Desde el 1 de junio de 2025, los ciudadanos chilenos pueden ingresar a China sin necesidad de visa, marcando un hito en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Esta política, impulsada por el gobierno chino, busca estrechar los lazos culturales y económicos con América Latina, permitiendo que ciudadanos de Chile, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay disfruten de estancias de hasta 30 días. Esta nueva regulación, vigente hasta el 31 de mayo de 2026, incluye motivaciones que van desde el turismo hasta los negocios y visitas familiares, facilitando así el acceso a uno de los destinos más intrigantes y multifacéticos del mapa global.
Cifras recientes de Viajes Falabella revelan un aumento significativo del interés por viajes a China, con un incremento del 50% en las búsquedas respecto al año anterior. “La exención de visa simplifica enormemente el proceso de viaje para los chilenos”, afirma Hugo Avilés, Marketing Manager de la compañía. Con una vasta oferta de lugares que explorar, como la moderna metrópoli de Shanghái o la cosmopolita Hong Kong, los viajeros encontrarán una gama variada de experiencias, desde la exquisita gastronomía hasta la rica herencia cultural que caracteriza a este fascinante país.
Uno de los principales embajadores de esta nueva opción de viaje es Daniela Urrizola, conocida por su trabajo en el programa “Viajando Ando”. Desde su cuenta de Instagram (@daniurrizola), ha compartido su travesía por ciudades icónicas como Pekín y Shanghái, así como regiones menos exploradas como Chongqing. Urrizola destaca que la experiencia de conocer China fue transformadora: «Es un destino que combina la modernidad impactante con una rica historia, creando un contraste único que atrapa a cualquier viajero”, explica, resaltando que su tiempo en el país le ha permitido derribar prejuicios sobre la complejidad de viajar a una nación con tantas diferencias culturales.
Durante su aventura, Daniela se enfrentó a preocupaciones comunes entre los viajeros, como las barreras del idioma y las restricciones tecnológicas. Sin embargo, su perspectiva ha cambiado. «Descubrí que las cosas funcionan mejor de lo que uno imagina; no es tan complicado como parece», señala, al tiempo que alienta a otros a sumergirse en la cultura y la historia que ofrece China desde los antiguos templos hasta los vibrantes mercados.
Para aquellos chilenos que desean aprovechar esta oportunidad histórica, es fundamental cumplir con ciertos requisitos. Se necesita un pasaporte chileno vigente, reserva de vuelo de ida y vuelta, y, en caso de ser solicitado, una reserva de hotel o carta de invitación. Quienes planean quedarse más de 30 días o viajar con fines laborales o de estudio deberán gestionar una visa en la embajada o centro de visas en Santiago. Con estos simples pasos, los chilenos estarán listos para disfrutar de la diversidad que China tiene para ofrecer, desde el avistamiento de pandas en Chengdu hasta la majestuosa Gran Muralla.