Un vasto operativo llevado a cabo por la Policía de Investigaciones (PDI) en Concepción y otras ciudades del país reveló una lucrativa red de casinos ilegales que operaban de manera clandestina, con ganancias diarias que en algunos locales alcanzaban los 20 millones de pesos. La operación, que incluyó allanamientos desde la Región Metropolitana hasta Aysén, permitió la incautación de 1.800 máquinas tragamonedas y el decomiso de más de 500 millones de pesos en efectivo, además de la detención de 19 personas, seis de las cuales quedaron en prisión preventiva.
Un imperio clandestino dirigido por un líder en las sombras
El epicentro del operativo estuvo en Concepción, donde se descubrió que tres organizaciones criminales, con estrechos vínculos familiares y de amistad, operaban bajo el liderazgo de Marlo Alarcón Opazo, un empresario de bajo perfil que en la última década construyó un imperio clandestino de juegos de azar. Según la Fiscalía de Alta Complejidad de Biobío, Alarcón no solo controlaba múltiples locales de tragamonedas ilegales, sino que también creó al menos 12 sociedades destinadas a blanquear el dinero obtenido de manera ilícita.
Uno de los ejemplos más destacados de este esquema de lavado de dinero fue un lujoso centro de estética ubicado en la calle Barros Arana, la principal arteria comercial de Concepción. Este establecimiento, que ofrecía servicios de alto nivel con tecnología de punta y productos cosméticos de lujo, resultó ser una fachada para el blanqueo de las ganancias generadas por los casinos clandestinos. El centro de estética incluso estaba conectado internamente con uno de los locales de juegos ilegales, consolidando la operación delictiva.
Redes criminales y sociedades falsas
Además del centro de estética, Alarcón también fue acusado de montar un jardín infantil, cuyo verdadero propósito era el mismo: lavar dinero proveniente de los casinos ilegales. La Fiscal Regional del Biobío, Marcela Cartagena, confirmó que las tres organizaciones criminales estaban interconectadas y que el dinero involucrado en estas actividades ilícitas era de una magnitud que pocas personas verían en toda su vida. La fiscal también señaló que las sociedades implicadas realizaban depósitos bancarios regulares de entre 20 y 40 millones de pesos, en efectivo, cada pocos días.
Una red con vínculos internacionales
El operativo también desveló la participación de un ciudadano brasileño, quien proveía las máquinas tragamonedas a los casinos ilegales en distintas partes del país, lo que amplía las ramificaciones de esta red delictiva a un nivel internacional. Aunque la investigación aún está en curso, se espera que surjan más detalles sobre los alcances de esta operación y el rol de otras personas o entidades implicadas en el tráfico de máquinas y el lavado de activos.
La persecución del crimen organizado
Este masivo operativo es parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades para desmantelar organizaciones criminales dedicadas al juego ilegal y al blanqueo de capitales en Chile. La Fiscalía y la PDI han destacado la complejidad de estas redes, que combinan actividades ilegales con negocios aparentemente legítimos para ocultar el origen de sus fondos.
Con las investigaciones en marcha, se espera que este caso sirva de ejemplo para frenar el avance de las redes criminales en el país, y que las autoridades continúen trabajando para garantizar que quienes participan en estas actividades ilícitas enfrenten las consecuencias de la ley.