La Corporación Solidaria UTE-USACH ha levantado la voz ante los recientes comentarios de la candidata presidencial Evelyn Matthei, quien sugirió que el golpe cívico-militar de 1973 fue «inevitable». En una declaración pública, la organización señaló que tales afirmaciones no solo son inquietantes, sino que constituyen una justificación de los crímenes de la dictadura, donde se perpetraron actos de violencia extrema, como asesinatos, torturas y desapariciones. La Corporación defiende la memoria de aquellos que sufrieron durante los años oscuros de Chile y considera que estos dichos de Matthei son una afrenta a la dignidad de las víctimas y sus familias.
En su comunicado, la Corporación declaró que «Evelyn Matthei es peligrosa para Chile», señalando que sus comentarios son parte de una estrategia política que busca deslegitimar el sufrimiento de cientos de miles de chilenos y chilenas. Denunciaron que no se trata de una simple falta de juicio, sino de una actitud deliberada con tintes fascistas que socavan la democracia y los valores fundamentales de justicia y respeto por los derechos humanos. Tal postura, alertaron, podría tener graves consecuencias para la sociedad chilena en su conjunto.
El testimonio de los ex estudiantes de la Universidad Técnica del Estado evoca la brutalidad de la represión militar del 11 de septiembre de 1973, un día que marcó la historia del país. Recordaron cómo fueron víctimas del bombardeo y la violencia represiva en su propia institución, donde enfrentaron una embestida militar implacable. Estas vivencias les llevan a rechazar, con firmeza, la apología del golpe que Matthei parece representar con sus palabras, enfatizando que el dolor que vivieron y que continúa presente no debe ser minimizado ni legitimado.
Entre los recuerdos más dolorosos, mencionaron al cantautor Víctor Jara, quien fue asesinado de manera brutal. Los testimonios relatan la impotencia que sintieron al ver a uno de sus compañeros ser objeto de tortura. Jara, un símbolo de la resistencia cultural chilena, se convierte en un emblema de la lucha contra la impunidad, y su muerte es un recordatorio del costo de la represión. Otros nombres, como los de Gregorio Mímica y Michelle Peña, también fueron evocados, subrayando que cada vida arrebatada durante la dictadura representa una historia de injusticia que no se puede olvidar ni justificar.
Finalmente, la Corporación Solidaria UTE-USACH lanzó un llamado a la comunidad y a las autoridades para rechazar el negacionismo y el revisionismo histórico que amenaza con borrar las lecciones del pasado. Insistieron en que no se debe permitir que las nuevas generaciones crezcan bajo el manto de la impunidad y la desmemoria. «No a la impunidad, no a la mentira, no al fascismo» se convirtió en su lema, instando a la ciudadanía a recordar siempre la historia y a abogar por una verdadera justicia que reconozca el sufrimiento de las víctimas y la necesidad de construir un futuro en base a los derechos humanos.