Fundación de Orquestas Juveniles: Un Cambio de Vida Musical

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En el corazón de la Región de Los Lagos, Katalina Labbé, una joven de Hualaihué, ha encontrado en la música una salida transformadora y enriquecedora. Integrante de la fila de violas de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional (OSJR), Katalina recuerda cómo su entrada a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) coincidió con un periodo complicado de su vida. «Entré en un momento difícil, pero gracias a la música descubrí una nueva forma de ver las cosas. Me apoyó para salir de un bloqueo emocional y enfocarme en lo que realmente me hace feliz», comparte la talentosa violista. Su experiencia resalta la importancia de la música como un vehículo de superación personal y bienestar emocional para los jóvenes de la región.

Para Katalina, los ensayos semanales representan no solo una oportunidad de aprendizaje musical, sino también un ejercicio de compromiso y constancia. Cada sábado, emprende un viaje extenuante desde su hogar hasta Puerto Montt, donde se lleva a cabo la práctica de la orquesta. «Salgo a las ocho de la mañana y regreso cerca de las ocho de la noche, pero cada minuto vale la pena. La FOJI no solo me enseña música, sino también a ser independiente y a enfrentar nuevos desafíos», agrega. Este trayecto, que toma alrededor de tres horas, se ha convertido en un espacio de reflexión y crecimiento personal, donde Katalina aprende a lidiar con el cambio y la diversidad que ofrece cada viaje.

Del mismo modo, Darío Vacaro, trompetista de Río Puelo y también miembro de la OSJR, comparte cómo su trayectoria musical ha impactado directamente en su autoestima y habilidades. A sus 17 años, Darío reconoce que el primer año en la orquesta fue crucial para su mejora como músico. «Todos mis compañeros sabían más que yo, lo que me obligó a esforzarme y aprender. La FOJI me ayudó a perder la vergüenza y a mejorar mi presencia en el escenario», afirma. Su experiencia destaca cómo la práctica orquestal no solo mejora la técnica musical, sino que también fomenta la confianza en uno mismo, una habilidad vital que trasciende la música.

Ambos jóvenes, Katalina y Darío, representan a muchos otros en la Región de Los Lagos que se ven beneficiados por los programas de la FOJI. A pesar de las dificultades que implica desplazarse desde comunas alejadas como Hualaihué y Cochamó, estos jóvenes se mantienen firmes en su pasión por la música. Cada fin de semana, enfrentan trayectos que incluyen caminos rurales de difícil acceso e incluso cruces en barcaza, lo que evidencia no solo su determinación, sino también el compromiso que tienen con su desarrollo artístico y personal. La FOJI se convierte así en un pilar fundamental que lleva la música a rincones donde el acceso a la educación artística es limitado.

La labor de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile es esencial para garantizar que las oportunidades artísticas lleguen a los jóvenes de todo el país, ampliando sus horizontes y fortaleciendo la vida cultural de la región. Katalina y Darío, con sus historias de perseverancia y éxito, dan cuenta de cómo, a pesar del aislamiento geográfico, la música puede unificar y empoderar a los jóvenes. La invitación de Darío a otros chicos a postularse es un llamado a no dejar pasar la oportunidad de participar: «Aunque uno no piense que puede quedar, tiene que postular igual. La experiencia de audicionar ya te enseña mucho y te prepara para seguir creciendo», concluye, demostrando que el talento puede florecer en cualquier lugar, siempre que exista el apoyo adecuado.

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