El reciente lanzamiento del video musical «Hay que pitearse a Winter» por parte de la banda ultraderechista «La Firme Chile» ha provocado una profunda indignación en diversos sectores de la sociedad chilena. En este clip, las letras instan a la violencia y al asesinato del diputado Gonzalo Winter, utilizando expresiones explícitas como «volarlo en mil pedazos» y animando a la acción violenta. La letra no solo desata la alarma por su contenido, sino que la propia descripción del video sugiere que la canción debe servir de inspiración para la ejecución de actos de violencia, lo que es considerado un grave desencadenante de un clima político ya tenso en el país.
La respuesta a este video ha sido rápida y contundente. Varios diputados oficialistas han calificado el contenido como «terrorismo político» y han instado a la figura derechista Johannes Kaiser, quien sigue a la banda en redes sociales, a pronunciarse públicamente sobre este asunto. La controversia se intensifica aún más con la reciente viralización de un video donde el exteniente coronel Claudio Crespo, conocido por su implicación en violaciones de derechos humanos, expresa su apoyo a la banda, lo que ha llevado a muchos a cuestionar las conexiones entre figuras políticas de la derecha y grupos que promueven la violencia.
Sectores de la sociedad han exigido a la Fiscalía que se inicie una investigación sobre el video por incitación al odio y a la violencia. La preocupación no solo radica en el impacto inmediato de tales mensajes en un contexto electoral, sino también en la tendencia global de grupos extremistas que utilizan plataformas digitales para difundir ideologías violentas bajo el pretexto de la libertad de expresión. Expertos advierten que el uso deliberado de algoritmos por parte de estas organizaciones puede llevar a un aumento del extremismo y de la radicalización en la población.
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Desde voces críticas como la de Camilo Riffo, quien demanda una clara condena del entorno de la extrema derecha, hasta la denuncia del diputado Daniel Manouchehri, hay un consenso sobre la intolerancia de dichos actos. Manouchehri ha recordado a sus colegas que no se trata solo de un video, sino de un patrón de comportamiento que normaliza la violencia y la justificación de crímenes cometidos en el pasado, lo que debería generar un rechazo unánime en la política chilena.
Finalmente, este episodio pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la radicalización que se produce en el entorno político y social de Chile. La comunidad busca respuestas sobre cómo detener la propagación de estos mensajes de odio y violencia que proliferan en las redes. La condena de actos como el de «La Firme Chile» es fundamental para la construcción de una democracia auténtica, donde el respeto a la vida y la dignidad de todas las personas prevalezca por sobre las ideologías extremistas.