Copos de refrigerante congelado flotaron por uno de los ventanales de la Estación Espacial Internacional (EEI). El laboratorio con condiciones de microgravedad ha experimentado su tercera fuga de líquido en el centro de refrigeración durante 2023.
La nueva fuga en los sistemas de la EEI se originó en uno de los radiadores externos que proporcionan servicio al módulo científico Naúka, desarrollado por la agencia espacial rusa Roscosmos. Según la NASA, los miembros de la tripulación actual no están en peligro. Como medida de precaución, los astronautas tuvieron que cerrar las contraventanas del segmento estadounidense para evitar una posible contaminación.
De acuerdo con Roscosmos, el radiador afectado es uno de respaldo que fue entregado a la EEI en 2010 en el módulo de recepción Rassvet y posteriormente se transfirió al módulo Naúka, durante una caminata espacial. Dado que este radiador es un componente adicional, la integridad de la estación no está comprometida. El radiador principal del espacio de investigación ruso funciona con normalidad. Por el momento, no se han pospuesto los experimentos científicos dentro del módulo Naúka y no hay planes para llevar a cabo una caminata espacial en busca de la falla.
Tanto la NASA como Roscosmos desconocen exactamente qué sucedió, pero están dedicando toda su atención al incidente. En el pasado se han producido accidentes de naturaleza similar que, entre otras cosas, causaron que tres astronautas quedaran atrapados en la estación espacial durante más de un año.
El historial reciente de filtraciones de la EEI
Los problemas con la refrigeración de una parte de la EEI comenzaron en diciembre de 2022. La nave espacial atracada Soyuz MS-22 de repente empezó a expulsar material congelado de su sistema de enfriamiento externo. En esa nave, los astronautas Serguei Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Rubio debían regresar a sus hogares. En febrero de 2023, la nave de suministros Progress MS-21, de origen ruso, experimentó el mismo problema relacionado con el refrigerante externo.
La agencia espacial rusa Roscosmos ha concluido que en ambos casos se trató de una perforación causada por un micrometeorito. Las investigaciones futuras desde la Tierra determinarán qué sucedió exactamente con el sistema de refrigeración en octubre. Sin embargo, con el incidente reciente, la comunidad que sigue de cerca los avances de la Estación Espacial Internacional comienza a sospechar de que hay una tendencia de fallas en el hardware diseñado por la agencia espacial rusa.
Estados Unidos y Rusia tienen módulos separados en la EEI, pero comparten una fuente común de energía y propulsión. Según los informes oficiales, los micrometeoritos tienden a impactar y dañar solo los componentes rusos. El Módulo de investigación Naúka llegó en 2021 y, a pesar de algunas dificultades iniciales, ahora funciona con normalidad. De cualquier modo, la presencia de Rusia en la Estación Espacial Internacional no se extenderá hasta el final del proyecto, ya que los astronautas abandonarán el laboratorio en 2028. El programa espacial ruso tiene planes de crear una estación espacial propia en la que sus científicos trabajarán en colaboración con otras naciones como Brasil y Sudamérica.