La historia real que inspiró El negocio del dolor de Netflix

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Como ya ocurriera con Medicina Letal y el caso real de Purdue Pharma, hay una historia real detrás de El negocio del dolor, la nueva película de Netflix que ocupa el primer puesto de lo más visto en nuestro país y que tiene todas las papeletas de liderar el Top 10 internacional esta misma semana.

Parece imposible que los hechos de la cinta protagonizada por Emily Blunt, Chris Evans y Andy García puedan haber ocurrido de verdad (hasta cierto punto al menos, ya sabemos que los guionistas se toman licencias), pero es así. La realidad siempre acaba superando a la ficción, como ya hemos aprendido con anterioridad.

Si todavía no has visto la cinta (¿a qué estás esperando?) Cuenta la historia de Liza, una madre soltera y en paro en busca de trabajo para sacar adelante a su hija que un día conoce a Pete, un representante comercial de una farmacéutica. Comienza a trabajar con él en la empresa y el dinero fluye como nunca, pero a la vez la protagonista se mete en una peligrosa trama criminal que está haciendo mucho daño a la población.

Zanna Therapeutics está basada en Insys Therapeutics, una compañía con varios altos directivos, incluyendo su CEO, que fueron condenados por organización criminal tras probarse que no solo habían aprobado el soborno a médicos para que prescribieran su medicamento Subsys (fentanilo) sino que mintieron a las aseguradoras sobre la necesidad real de este remedio para los pacientes.

El fentanilo es increíblemente adictivo y su uso debería ser excepcional, de hecho en principio Subsys solo debería haberse utilizado para pacientes con cáncer. Sin embargo, la compañía promovió su uso para tratar dolores de cuello o espalda, según recoge un estudio realizado por la Universidad John Hopkins a través de todos los documentos que salieron a la luz.

Este uso desmedido de una droga como el fentanilo se ha considerado como una de las causas principales de la gran crisis de los opioides que ha azotado a Estados Unidos y que ha día de hoy se puede ver en las calles de algunas de las principales ciudades del país norteamericano.

Esa es la historia real de El negocio del dolor, y aunque los personajes y situaciones se han cambiado, hay escenas que realmente tuvieron lugar y que demuestran lo separados del mundo real que estaban estas personas. ¿Ejemplo? El rap que se marca Chris Evans está basado en un vídeo que la propia Insys creó y que de hecho se utilizó en el juicio contra ellos (se puede ver en YouTube). La vida real siempre nos sorprende aunque creamos haberlo visto todo en la ficción.

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