Este lunes, Marco Enríquez-Ominami, exdiputado chileno y fundador del Partido Progresista (PRO), oficializó su candidatura presidencial como independiente, marcando el inicio de la recolección de patrocinios ciudadanos necesarios para validar su postulación ante el Servicio Electoral. En un video publicado en redes sociales, Enríquez-Ominami expresó su deseo de impulsar cambios profundos en el país, en oposición a lo que considera una política de «continuismo» del actual gobierno. Su declaración de intenciones, cargada de emoción, resuena con una amplia parte de la ciudadanía que siente frustración ante la situación actual del país.
Durante su mensaje, el candidato subrayó su indignación ante las injusticias y abusos que han afectado a los chilenos, afirmando que «voy porque nuestro país necesita un cambio». Criticó la exclusión de su nombre de la primaria presidencial del oficialismo, lo que a su juicio refleja una dinámica que favorece «liderazgos cómodos» y limita el debate esencial para el futuro del país. Enríquez-Ominami argumenta que esta omisión es representativa de una política que no está dispuesta a ir más allá de las ideas convencionales y que, por tanto, debe ser desafiada.
El exdiputado, confiado en su discurso, planea crear una plataforma nacional donde se integren independientes, organizaciones sociales y partidos que buscan ofrecer una alternativa viable al rumbo actual. Entre sus propuestas destacadas, Enríquez-Ominami enfatiza la necesidad de reforzar la seguridad, recuperar la educación pública y reactivar el crecimiento económico del país. «Chile puede y debe volver a crecer al 5% anual», manifestó, apelando a la responsabilidad colectiva para generar un cambio real y significativo.
En su llamado a la ciudadanía, Enríquez-Ominami utilizó eslóganes potentes como «Voy si tú vas conmigo», instando a los chilenos a sumarse a su causa mediante el patrocinio a su candidatura. Rechazando las cúpulas tradicionales que no lo respaldan, se muestra confiado en el apoyo a base de la rabia y la esperanza que todos quienes se sienten representados por su mensaje pueden aportar. Su narrativa se apoya en un profundo deseo de representar los intereses de aquellos que han sentido la ineficiencia del sistema actual.
Finalmente, su mensaje culminó con un fuerte llamado a la acción: «Apoya mi derecho a competir y representarte. Por las pensiones, por los sueldos, por las injusticias y abusos. Voy si tú vas conmigo». A través de esta declaración, Enríquez-Ominami busca fraguar una conexión emocional con los votantes, pondiendo de relieve la importancia de una participación ciudadana activa en el proceso electoral. Su postulación puede significar un giro en la política chilena, si logra canalizar el descontento popular hacia una propuesta de cambio que resuene en la sociedad.

