El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que se implementen medidas de regularización limitada para los inmigrantes que ya están trabajando en el sector agrícola del país. En una entrevista reciente en Radio Pauta, Walker subrayó la crítica situación de la mano de obra en la agricultura, señalando que el sector es intensivo en trabajo y genera hasta un millón de empleos directos, así como muchos más de forma indirecta. Esta realidad pone de relieve el papel crucial que desempeñan los inmigrantes en esta área, quienes han encontrado oportunidades de empleo en medio de una creciente escasez de trabajadores nacionales.
Walker explicó que, a pesar de la importancia del sector agrícola para la economía chilena, no hay suficiente mano de obra nacional disponible para satisfacer las demandas de trabajo. «Necesitamos a los inmigrantes para cubrir estos puestos, esto no es solo un problema local, sino que es un fenómeno que se observa a nivel global», destacó. La escasez de trabajadores nacionales ha llevado a la incorporación de inmigrantes, incluidas muchas personas que se encuentran en situación irregular, lo que ha generado un marco de incertidumbre y necesidad de soluciones efectivas.
En este contexto, el presidente de la SNA hizo hincapié en la necesidad de un «proceso serio de regularización» que permita a aquellos inmigrantes que cumplen con ciertos requisitos, como buena conducta y un vínculo laboral o familiar en el país, acceder a un estatus legal. Esta propuesta no solo busca brindar estabilidad a los inmigrantes que ya están contribuyendo al país, sino que también busca garantizar la continuidad y el crecimiento del sector agrícola, que es vital para la economía nacional.
La solicitud de regularización también indica una preocupación por el bienestar de los inmigrantes que están trabajando en la agricultura en condiciones de informalidad. Walker resaltó que la regularización no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también permitiría a las empresas agrícolas operar de manera más eficiente y segura, en un ambiente donde los trabajadores están protegidos por los derechos laborales. Esto podría conducir a una mayor inversión en el sector y mejorar la sostenibilidad del mismo.
Finalmente, el planteamiento de Walker resuena en un momento en que el sector agrícola enfrenta desafíos significativos debido a cambios en el clima, la demanda del mercado y, sobre todo, la falta de labor mano de obra efectiva. Con la mirada puesta en el futuro, la regularización de inmigrantes podría ser una vía para asegurar que Chile no solo mantenga su producción agrícola, sino que potencie su capacidad para competir en los mercados internacionales, al mismo tiempo que se reconoce y valoriza el aporte de los trabajadores inmigrantes.