Tifón Ragasa: Impacto y Desastre en Hong Kong y Taiwán

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El supertifón Ragasa ha sido catalogado como el ciclón tropical más intenso del año a nivel mundial, y su paso por Hong Kong la madrugada del miércoles causó estragos en la ciudad. Con vientos que alcanzaron los 200 km/h y lluvias torrenciales, la urbe se vio paralizada, lo que llevó a las autoridades a emitir la máxima alerta meteorológica, elevando la señal de tifón al nivel 10. Esta drástica medida resultó en la suspensión de actividades comerciales, el transporte público, y varios servicios no esenciales, mientras se instaba a la población a permanecer en sus hogares ante la inminente amenaza.

Las inundaciones en Taiwán, ocasionadas por el desbordamiento de un lago natural en el arroyo Matai’an, han dejado al menos 17 fallecidos y numerosos heridos en el municipio de Guangfu. A pesar de que las autoridades habían estado monitoreando el lago desde julio, el colapso de la presa natural formada por sedimentos sorprendió a la población, lo que ha llevado al Primer Ministro isleño, Cho Jung-tai, a solicitar una investigación sobre la falta de cumplimiento de órdenes de evacuación. El desastre ha dejado a 135 personas rescatadas, pero las pérdidas han sido significativas.

Tras su paso por Taiwán, Ragasa tocó tierra en la provincia meridional china de Cantón con vientos sostenidos de hasta 150 km/h. Las autoridades chinas han tomado medidas preventivas, evacuando a cerca de 1,89 millones de residentes en zonas de riesgo. En particular, la ciudad de Shenzhen ha desplazado a 400,000 personas y mantiene su aeropuerto cerrado desde la noche del martes. La activación de alertas naranjas y rojas por tifón y marejada ciclónica dejó a gran parte de la actividad económica de la región paralizada, mostrando la seriedad de la situación.

El impacto del tifón ha sido profundamente sentido en Hong Kong también, donde se han reportado numerosas lesiones. Hasta el mediodía del miércoles, se contabilizaban 62 heridos, incluyendo a una madre y su hijo de cinco años que fueron arrastrados por el mar y se encuentran en estado grave. En respuesta a la crisis, el Gobierno ondeó banderas de alerta y habilitó 49 refugios que han recibido a 791 personas que perdieron sus hogares o que se encontraron en situaciones de alto riesgo. La comunidad se enfrenta a una recuperación larga y difícil después de este suceso.

Los tifones como Ragasa son fenómenos naturales que ocurren con frecuencia en el sureste de Asia durante los meses de verano y otoño, y son impulsados por las aguas cálidas del océano Pacífico. Estos eventos climáticos no solo ponen en riesgo vidas humanas, sino que también tienen un impacto devastador sobre la economía y la infraestructura de las regiones afectadas. Con esta reciente tragedia, se reaviva el llamado a mejorar los sistemas de prevención y respuesta a emergencias para evitar futuras catástrofes en un contexto climático cada vez más desafiante.

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