El destacado animador y candidato a diputado, Juan Carlos «Pollo» Valdivia, hizo pública su postura respecto a las elecciones presidenciales, generando un revuelo en el ambiente político chileno. Durante una entrevista en Radio Futuro, confirmo que no apoyará a la ministra Jeannette Jara en la primera vuelta, lo que ha dejado muchas interrogantes sobre su futuro político. A pesar de postular al Congreso en representación de la Democracia Cristiana dentro de una lista oficialista, Valdivia ha mantenido una clara distancia respecto a la campaña presidencial, reafirmando su independencia en la arena política.
Valdivia, quien ha querido dejar en claro su postura, subrayó su independencia política, afirmando: «Yo me declaro independiente y sin militancia. Nunca he militado en un partido alguno». Esta declaración refuerza su intención de actuar conforme a sus propias convicciones y de no dejarse influenciar por las dinámicas internas del partido al que representa en su candidatura. Su enfoque crítico y su voluntad de votar de acuerdo a sus principios, lo posicionan como una figura auténtica en un escenario político que a menudo se siente polarizado.
En la misma conversación, Valdivia aprovechó para expresar su visión sobre el espacio político que se encuentra entre la derecha y la izquierda, aludiendo a que existe un «centro enorme» que aún no está representado adecuadamente. Este sector, según él, ha sido clave en varias decisiones electorales recientes, como el rechazo a las propuestas constitucionales y la creciente aceptación del voto obligatorio. Este análisis lo lleva a afirmar que hay una desconexión con las necesidades reales de muchos ciudadanos que buscan alternativas más moderadas y realistas.
Respecto a sus preferencias electorales, Valdivia no escatimó en elogios hacia Harold Mayne-Nicholls, a quien considera un candidato serio y con una genuina postura centrista que podría resonar con el electorado. «Me encanta, sí, votaré por él», aseguró, resaltando la importancia de encontrar candidatos que no solo sean carismáticos, sino que también se comprometan con un enfoque práctico y maduro a los desafíos que enfrenta el país. Esta elección de candidato responde a su criterios de valorar más la seriedad que la teatralidad en política.
Finalmente, a la pregunta de si su decisión de no apoyar a Jara generaría conflictos con la Democracia Cristiana, Valdivia se mostró firme y reflexivo: «A mí nadie me ha dicho lo que tengo que decir, nadie me ha obligado a sacar una foto, y eso lo agradezco del partido. Esa libertad se agradece». Esta afirmación resalta no solo su determinación por mantener su autonomía política, sino también el respeto que siente por las bases de su partido, mostrando que, a pesar de las diferencias, existe un espacio para el diálogo y la libertad de expresión en la política actual.