El 2 de abril de 1965 marcó un hito significativo en la historia del Ejército de Chile con la creación del Batallón de Paracaidistas N.º 1 “Pelantaru”. Esta unidad fue integrada por paracaidistas y comandos con el objetivo de realizar labores tanto docentes como operativas en el ámbito de las operaciones especiales. Un año después, la unidad pasó a denominarse Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales (ESCPAR y FEs), lo que permitió consolidar un enfoque más estructurado y profesional en la formación de personal especializado en estas disciplinas. A lo largo de seis décadas, la escuela ha cumplido un papel fundamental en la preparación de soldados altamente capacitados para enfrentar los retos del terreno militar moderno.
El pasado fin de semana, en las mismas zonas de salto donde miles de paracaidistas del Ejército Chileno han graduado, se llevó a cabo una emotiva ceremonia que conmemoró el 60° aniversario de la creación de esta institución. Autoridades militares, paracaidistas activos y retirados, junto a familiares de los nuevos graduados, se reunieron para presenciar saltos desde aeronaves de la Fuerza Aérea de Chile y de la Brigada de Aviación del Ejército (BAVE). Este evento no solo celebró el legado de los paracaidistas chilenos, sino que también simbolizó la continuidad y el crecimiento de una tradición que ha sido un pilar en la formación de fuerzas especiales en el país.
Durante la ceremonia, el Director de la escuela, Coronel Juan Moncada H., destacó la rica historia y el futuro prometedor de los paracaidistas chilenos, resaltando la valiosa contribución de las promociones pasadas. En sus palabras, el coronel enfatizó que «promociones de oficiales, suboficiales y soldados, con una visión audaz hacia el futuro, no solo modificaron la historia de nuestras Fuerzas Armadas, sino que establecieron el estándar de exigencia y coraje para las generaciones venideras». Esta reflexión resalta cómo el legado y la mística del paracaidismo continúan inspirando a las nuevas generaciones de soldados.
El desfile de honor en la Brigada de Operaciones Especiales «Lautaro» (BOE), que se llevó a cabo luego de la ceremonia de saltos, evidenció el compromiso y la capacidad operativa de la ESCPAR y FEs. El Comandante de la BOE, General de Brigada Javier Abarzúa D., puso de relieve el papel fundamental de la escuela en la formación del núcleo operatividad de la brigada, destacando su participación en ejercicios conjuntos como “Estrella Austral”, “Pacific Dagger” y “Southern Fenix”. Estos ejercicios reflejan la constante evolución y profesionalización de las capacidades de las fuerzas especiales chilenas.
Voces de paracaidistas retirados también resonaron en la celebración, donde el Suboficial Mayor (r) Raúl Contreras O. expresó su honor al ser parte de una institución que continúa el legado de sus precursores. Asimismo, el Suboficial Mayor (r) Juan Ortiz V., quien formó parte de la primera generación de paracaidistas en 1965, subrayó la esencia del valor humano que perdura en los nuevos soldados, a pesar de los avances tecnológicos. A través de estas declaraciones, queda claro que, si bien el contexto militar ha cambiado a lo largo de los años, el espíritu y la valentía de los paracaidistas chilenos permanecen intactos, listos para asumir los desafíos del futuro.