Durante un discurso a la nación pronunciado la noche de este sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió a la población para anunciar que el reciente bombardeo a las instalaciones nucleares iraníes fue un «éxito militar». Acompañado por altos funcionarios de su administración, incluido el vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth, Trump afirmó que «no hay ejército en el mundo que pudiera haber hecho lo que hicimos esta noche», reflejando así su confianza en la efectividad de la operación militar.
El mandatario hizo énfasis en la destrucción completa de las principales plantas de enriquecimiento de uranio de Irán, haciendo referencia directa a los ataques sobre las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahán. Según Trump, estas infraestructuras estratégicas fueron neutralizadas con una precisión que, en su opinión, ningún otro ejército podría haber logrado. Este anuncio implica un paso significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia Irán y marca un cambio en la dinámica de las tensiones en Medio Oriente.
Adicionalmente, el presidente lanzó un ultimátum al régimen iraní, exigiendo que «Irán, el matón de Medio Oriente, debe ahora hacer las paces». Trump dejó claro que, si no se alcanza una solución rápida, su administración está dispuesta a «perseguir otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad», lo que deja en evidencia su intención de seguir aplicando presión sobre Teherán en un contexto de creciente tensión regional.
Este discurso se produce en un momento crítico, ya que la Casa Blanca había confirmado días antes que el presidente tomaría decisiones sobre una posible intervención militar en Irán «en las próximas dos semanas». Trump también expresó que un alto el fuego no necesariamente pondría fin al conflicto entre Irán e Israel, afirmando que el verdadero objetivo de su gobierno es desmantelar el arsenal nuclear del país persa.
El presidente destacó que su meta no es simplemente alcanzar un alto el fuego, sino una «victoria total y completa», reiterando la idea de que la paz está condicionada a la eliminación de las armas nucleares en Irán. Con un mensaje claro, Trump concluyó diciendo que habría «paz o una tragedia para Irán mucho mayor que la que hemos presenciado en los últimos ocho días», sugiriendo que la política americana podría intensificarse si las condiciones no se ajustan a sus expectativas.