En un enfrentamiento que ha captado la atención del público y de la industria cervecera chilena, la microcervecería artesanal Leyenda, fundada por Fabiola López Saavedra, se enfrenta a una de las grandes productoras de cerveza industrial del país, Cervecerías Chile. López, reconocida como pionera del movimiento de cerveza artesanal en Chile, ha presentado cinco demandas de nulidad contra Cervecerías Chile por la confusión generada en el mercado con su línea industrial «Leyendas de Origen» y sus sub-marcas Trauco y Pincoya, que según ella vulneran su marca registrada desde 2012. Este caso ha sido catalogado como una verdadera «batalla entre David y Goliat», que no solo pone en juego la identidad de su marca, sino que también plantea cuestiones cruciales sobre la protección de las pequeñas y medianas empresas en el país.
La historia de Fabiola López es un testimonio inspirador del emprendimiento chileno. Desde finales de los años noventa, cuando inició su aventura en el mundo de la cerveza artesanal, ha trabajado incansablemente para establecer su marca Leyenda. Junto a su socio, un ingeniero en alimentos, comenzó experimentando con recetas inspiradas en la tradición europea, eventualmente creando una microcervecería que ha logrado posicionarse en el mercado. «Cuando empecé, prácticamente no existía la cerveza artesanal en Chile. Abrimos camino desde cero, enseñando a otros, compartiendo conocimiento y posicionando una marca que representa dedicación, identidad y calidad», destacó Fabiola. Sin embargo, la confusión generada por la nueva línea de Cervecerías Chile amenaza con empañar el arduo trabajo realizado durante años.
La situación se volvió crítica cuando Fabiola se percató de la existencia de «Leyendas de Origen» y recibió múltiples quejas de clientes que confundían sus productos. «Mis propios clientes me escribían diciendo que la cerveza ‘Leyenda’ ya no era la misma, que se había vuelto insípida o ‘industrial’. Fue entonces que entendí que estaban confundiendo sus cervezas con las nuestras», explica. Este fenómeno no solo afecta su reputación y su imagen de marca, sino que también pone en riesgo sus ventas y la credibilidad de la muchacho que ha sido reconocida en ferias y festivales, afianzando la importancia de proteger la identidad de sus productos.
El abogado Hans von Marttens, quien representa a Fabiola, ha indicado que las demandas presentadas ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) se basan en el derecho de Leyenda a proteger su marca registrada. “A pesar de que la ley prohíbe el registro de signos que generen riesgo de confusión, INAPI aceptó esos registros, vulnerando los derechos de Fabiola”, explicó. Este caso no solo aborda cuestiones comerciales, sino que también puede establecer un precedente para otras pymes que enfrentan desafíos similares. Von Marttens enfatiza que se trata de un símbolo de la resistencia de las pequeñas empresas: «una pyme sí puede hacerle frente a una gran empresa cuando sus derechos son vulnerados».
Fabiola López ha dejado claro que su intención no es confrontar la industria, sino salvaguardar el valor del trabajo artesanal y el respeto a la propiedad intelectual. «No se trata de David contra Goliat por gusto, sino de cuidar lo que hemos construido», afirma con determinación. A medida que las demandas avanzan, el caso de Cervecería Leyenda se ha convertido en un referente para emprendedores que enfrentan la amenaza de grandes compañías y su uso indebido de nombres similares. La lucha de Fabiola no solo refleja su pasión por la cerveza artesanal, sino también el deseo de proteger la identidad y los derechos de todas las pequeñas empresas en el país.

