Una serie de conversaciones de WhatsApp entre el abogado Luis Hermosilla y el exasesor presidencial Andrés Sotomayor ha salido a la luz, revelando una red de pagos en efectivo que se presumen irregulares, sin respaldos en registros bancarios. Estos chats se han convertido en pieza clave en la investigación penal que enfrenta Hermosilla por delitos relacionados con corrupción y lavado de activos. Lo más impactante de las conversaciones es la evidencia no solo sobre las entregas de dinero, sino también sobre gestiones para influir en nombramientos en el sistema judicial, incluyendo movimientos estratégicos en favor de personajes como Sergio Muñoz, quien tiene relación con la Policía de Investigaciones (PDI). Los pagos, realizados entre marzo y julio de 2022, se produjeron posterior al abandono de ambos de sus cargos en La Moneda.
Los registros obtenidos a través de la investigación realizada por The Clinic indican que Sotomayor entregó sobres con dinero en efectivo directamente a Hermosilla, y lo más alarmante es que estos traspasos no aparecen en las cartolas bancarias del abogado ni en su contabilidad formal. A pesar de que el origen de estos fondos sigue siendo un misterio, se menciona que algunos montos alcanzaron hasta 100 UF mensuales, que supuestamente habrían sido destinados a financiar la defensa de Andrés Chadwick, exministro del Interior, en causas que están ligadas al estallido social. Sin embargo, tanto Chadwick como el círculo cercano del fallecido expresidente Sebastián Piñera han optado por el silencio y no han realizado declaraciones sobre estas acusaciones.
A través de los mensajes intercambiados, también se evidencias que Hermosilla y Sotomayor llevaban a cabo un seguimiento estrecho de las redes sociales y se dedicaron a recolectar información sobre la fiscal Ximena Chong, además de reaccionar ante las primeras declaraciones del entonces recién asumido presidente Gabriel Boric. Durante este periodo, ambos se mantuvieron activos en gestiones orientadas a influir en los nombramientos dentro del Poder Judicial. En uno de los chats, Hermosilla exaltó el nombramiento de Antonio Ulloa en la Corte de Apelaciones de Santiago y, en otros mensajes, celebraba la conformación de una terna de candidatos que eran cercanos al oficialismo, dejando entrever una clara intención de alterar el equilibrio en las designaciones judiciales.
Asimismo, la mención de Sergio Muñoz en estos intercambios es de particular relevancia, dado que es el exdirector de la PDI y actualmente se encuentra imputado por filtraciones de causas judiciales. La investigación ha destapado que Hermosilla coordinó una reunión con Muñoz poco antes de su ratificación en el cargo, revelando la existencia de vínculos estrechos entre el abogado y altos mandos de la policía civil, incluyendo al exdirector Héctor Espinoza, quien enfrenta también acusaciones por corrupción. Esto plantea serias interrogantes sobre la posible connivencia entre el ámbito judicial y el Ejecutivo, lo que podría tener implicaciones profundas en la legitimidad de diversas instituciones.
Por su parte, Andrés Sotomayor está actualmente bajo la lupa de la Fiscalía Regional de O’Higgins en uno de los principales focos de la investigación relacionada al caso Hermosilla. La fiscalía ha incautado su teléfono celular y se prevé que el exasesor rinda declaración en los próximos días, lo que podría arrojar aún más luz sobre este entramado de corrupción que ha sacudido al país. Las expectativas de la ciudadanía son altas, y se espera que la investigación revele no solo la extensión de los delitos cometidos, sino también restablezca la confianza en las instituciones que se han visto manchadas en medio de este escándalo.