Durante las últimas semanas, la candidata presidencial por Chile Vamos, Evelyn Matthei, ha lanzado duras críticas hacia la exministra del Trabajo, Jeannette Jara, exigiendo su renuncia ante la posibilidad de una candidatura presidencial. Esta situación se ha intensificado después de que Jara decidió dejar su cargo para concentrarse en su campaña electoral por el Partido Comunista, lo que ha generado un debate en torno a la ética política y la transición entre cargos ministeriales y candidaturas.
Matthei, quien ocupó el Ministerio del Trabajo entre 2011 y 2013 durante el gobierno de Sebastián Piñera, ha recordado su propia experiencia cuando renunció a su puesto para postular a la presidencia, enfrentándose a la entonces candidata Michelle Bachelet. Su gestión no estuvo exenta de críticas, especialmente por su negativa a aumentar el sueldo mínimo en 2012, afirmando que un incremento de $182.000 a $250.000 podría llevar a la quiebra a varias empresas en el país, una postura que ha generado un debate sobre la viabilidad económica del trabajo en Chile.
Uno de los episodios más controvertidos durante el tiempo de Matthei al frente del Ministerio fue la denuncia presentada por el concejal de Santiago, Ismael Calderón, y el grupo ciudadano ‘Aquí la Gente’, que acusaron a la ministra de irregularidades en el pago de contribuciones de bienes raíces de su vivienda. Según la denuncia, las ampliaciones realizadas en su propiedad no contaban con la recepción oficial requerida, lo que habría permitido a Matthei beneficiarse de ventajas tributarias de manera irregular.
El escándalo escaló cuando la Contraloría General de la República emitió un informe corroborando las acusaciones sobre la falta de recepción final de las ampliaciones en la casa de Matthei. La denuncia, que fue trasladada al 2º Juzgado de Policía Local de Las Condes, abrió un debate no solo sobre la integridad de la exministra, sino también sobre los mecanismos de fiscalización de las irregularidades en el sector público y sus implicaciones fiscales.
A pesar del escándalo, fuentes cercanas a Matthei han asegurado que esta ya regularizó su situación tributaria, cerrando así la controversia en cuanto a su propiedad. Sin embargo, el legado de su gestión al frente del Ministerio del Trabajo sigue marcado por estas críticas y los cuestionamientos sobre la simultaneidad de ejercer un cargo público mientras aspira a un cargo de representación popular, un dilema que sigue siendo relevante en el contexto político actual en Chile.