Una reciente investigación de la Policía de Investigaciones (PDI) ha dado lugar a la detención de dos docentes en la Región Metropolitana, involucrados en el almacenamiento y transmisión de contenido de explotación sexual infantil. La indagatoria, que comenzó tras una alerta desde Estados Unidos, fue liderada por la Unidad de Cibercrimen de la PDI. Los agentes lograron rastrear las direcciones desde donde se realizaban las transmisiones en vivo, abarcando diversas comunas como Santiago, Maipú, Providencia y La Florida, sorprendiendo a la comunidad educativa con estos hallazgos inquietantes.
El inspector Nicolás González, a cargo de la investigación, confirmó que se localizaron con precisión los domicilios de los acusados y se identificaron a los titulares de las cuentas desde donde se emitían los contenidos ilícitos. Este trabajo de campo permitió a los investigadores reconstruir el entorno familiar de los sospechosos, un aspecto crucial para entender sus posibles motivaciones y el impacto en las víctimas. Las tecnologías de rastreo utilizadas, como la identificación de direcciones IP, facilitaron un vínculo directo entre los acusados y los delitos reportados, lo que refuerza la importancia de la colaboración internacional en temas de cibercrimen.
Dentro de los detenidos se encuentra Juan Pablo Guerrero Ibarra, un profesor de Educación Física de 24 años, quien trabajaba en el Polideportivo de Estación Central. En su teléfono móvil, las autoridades encontraron 22 archivos de pornografía infantil, además de otros 236 en una aplicación específica. La municipalidad de Estación Central ha confirmado su vinculación laboral y ha anunciado el inicio de una investigación interna para examinar a fondo esta situación, priorizando la protección de los menores y la seguridad en sus instituciones educativas.
El segundo detenido, Tyrone Enrique Núñez Sepúlveda, de 28 años, se desempeñaba como profesor de Tecnología en un establecimiento educativo de La Florida. Se le incautaron 72 imágenes y 25 videos que contenían material explícito relacionado con la explotación sexual infantil. Durante su arresto, Núñez admitió su culpabilidad y expresó: “Sabía que este día iba a llegar. Ya perdí mi trabajo y no podré volver a ejercer,” lo que pone en evidencia la gravedad de sus acciones y el reconocimiento del impacto de sus crímenes en la comunidad.
Estas detenciones subrayan la importancia de la vigilancia y la respuesta ante los crecientes casos de explotación sexual infantil en la era digital. Los esfuerzos de la PDI ponen de manifiesto la necesidad de una colaboración efectiva entre organismos nacionales e internacionales para combatir este tipo de delitos. A medida que la tecnología avanza, las fuerzas del orden se enfrentan al desafío de adaptarse y crear estrategias efectivas para proteger a los menores, garantizando que los infractores sean llevados ante la justicia y que la seguridad de los niños sea siempre prioritaria.