El comunicador Julio César Rodríguez se vio envuelto en una controversia reciente tras las publicaciones que lo vincularon con Carlos Acevedo Ramírez, un narcotraficante asesinado en Quilicura. Este crimen, que ha conmocionado a la comunidad, ocurrió en la Villa Pucará y ha llevado a las autoridades a realizar diversas diligencias para esclarecer los motivos detrás del homicidio de Acevedo, conocido en el mundo del narcotráfico como «Guatón Mutema». Los medios nacionales han resaltado la notoriedad de Acevedo en el norte de Santiago, convirtiendo su muerte en un tema de amplio interés público.
Durante su programa de cierre «Podría Ser Peor» en Radio Bio Bio, Rodríguez abordó directamente la polémica que generó una imagen que circuló ampliamente en redes sociales. Afirmó con firmeza que la fotografía en cuestión, donde supuestamente aparecía abrazado con dos personas, no incluía a Acevedo. «Esa foto es completamente falsa», insistió Rodríguez, haciendo un llamado a la veracidad en la difusión de información. Esta declaración buscaba desmentir con rotundidad la confusión generada a raíz de la imagen no verificada.
Asimismo, Rodríguez no escatimó en críticas hacia ciertos medios de comunicación que replicaron la imagen sin realizar una debida verificación. Se mostró particularmente incisivo con La Cuarta y La Hora, los acusó de ser «medios que se autodenominan serios» y que habían caído en la mala práctica de publicar información errónea. «Lo más grave no es que lo difundan los tontos de Twitter, sino medios que tienen la responsabilidad de informar con precisión», expresó, poniendo en entredicho la ética periodística de estas publicaciones.
En su defensa, el animador explicó su habitual interacción con el público, mencionando que habitualmente se toma fotografías con desconocidos y menciona que tiene un gran número de solicitantes de fotos cada mes. «Me he fotografiado con delincuentes, políticos, con todo tipo de personas», afirmó, dejando claro que su trabajo y pasión por la comunicación lo llevan a interactuar con diversas personas a diario. Rodríguez argumentó que no discrimina a quién se permite una fotografía, poniendo en perspectiva su famoso estilo de vida como comunicador.
Tras la contundente respuesta de Rodríguez, tanto La Hora como La Cuarta reaccionaron corrigiendo sus informes anteriores. La Hora emitió un fe de erratas donde reconoció la difusión errónea de la imagen y asumió la responsabilidad por el error, mientras que La Cuarta publicó un nuevo artículo desmintiendo la alerta inicial. Esta rectificación se ha visto como un intento de restaurar la credibilidad frente a la audiencia, en medio de un debate creciente sobre la veracidad y la ética en la cobertura periodística.