El reputado economista propuso una idea alternativa para que la idea de licitar cada cierto tiempo un 10% de los afiliados a otra AFP sea posterior a que el cotizante responda un corto cuestionario. De esta manera, “no se violaría la soberanía del afiliado”, explica.
En las últimas semanas, el debate en torno a la reforma de pensiones ha sumado un capítulo relacionado a la conveniencia o no de licitar un porcentaje de las carteras antiguas de afiliados a las AFP, traspasando los fondos de estos a la administradora que ofrezca el menor precio (comisión). Distintos economistas han sugerido que la idea generaría efectos nocivos en la rentabilidad de los fondos de pensión, además de dificultades operativas que harían compleja su implementación. Adicionalmente, expertos constitucionalistas como Arturo Fermandois han dicho que la propuesta violaría derechos constitucionales de los afiliados, ya que muchos serían cambiados de AFP sin su consentimiento previo explícito.
Ante estos cuestionamientos, el destacado economista Klaus Schmidt-Hebbel propuso una solución que podría hacer viable la licitación de afiliados al mismo tiempo que se resguardan los derechos y la soberanía de los afiliados. Esto ya que según su visión, la propuesta actual “tiene la falencia que viola la soberanía del consumidor y no apunta a corregir la imperfección inicial que es la falta de información provista por las AFP y la falta de un diálogo constructivo”. Según describió el mismo Schmidt-Hebbel en su columna publicada en El Mercurio, su idea consiste en que los afiliados reciban periódicamente información comparativa sobre rentabilidades y comisiones en los últimos dos años.
Luego, prosigue el economista, les pide respondan una breve encuesta que le haría llegar su AFP. “Cada AFP realiza un diálogo secuencial con cada uno de sus afiliados, basado en el siguiente cuestionario:
Pregunta 1: ¿Está usted satisfecho con las rentabilidades, servicios provistos y las comisiones cobradas por su AFP? Si responde sí, se queda en esta AFP.
Pregunta 2 (a quienes responden “no”): ¿Quiere cambiarse a otra AFP? Si responde sí, pasa a la Pregunta 3, ¿quiere cambiarse ahora o quiere participar en la siguiente licitación de los nuevos entrantes y de los afiliados que así lo desean? […] Si responde lo segundo, participa en la licitación”, explicó, agregando que todos los afiliados que no respondan ninguna pregunta pasarán automáticamente a la licitación.
Para Schmidt-Hebbel, su propuesta tiene ventajas a la iniciativa que se propone en la reforma actual ya que “resuelve la imperfección original de desinformación del afiliado y la falta de diálogo entre él y su AFP, no viola la soberanía del afiliado y genera fuertes incentivos a las AFP a que informen y contacten a sus afiliados”.