La madrugada del sábado, Matías Rojas, periodista y exconcejal de Teno en la Región del Maule, sufrió un grave ataque incendiario que caldea las tensiones existentes en la comuna. Su vehículo, estacionado frente a su domicilio, fue rociado con un líquido inflamable y posteriormente incendiado por desconocidos. Este ataque ocurre en un contexto marcado por las investigaciones que Rojas ha llevado a cabo, donde ha denunciado presuntos actos de corrupción en la administración municipal y en sectores empresariales relacionados con temas ambientales. Rojas sostiene que este atentado es un intento de amedrentar y silenciar su labor como comunicador.
Las circunstancias del atentado son preocupantes, según detalló Rojas en una declaración. Afirmó que se percató del suceso gracias a las imágenes de cámaras cercanas, las cuales muestran a dos individuos perpetrando la acción a las 7.15 de la mañana. Este tipo de agresiones se han convertido en un fenómeno alarmante para aquellos que se dedican a la investigación periodística en Chile, especialmente en el contexto de denuncias de corrupción. Rojas considera que esto es una indicación clara de que su trabajo está siendo observado y que su voz busca ser silenciada por aquellos a quienes investiga.
Rojas ha estado comprometido con su labor periodística, enfocándose en las irregularidades de la administración del alcalde Wildo Farías y denunciando una serie de contratos millonarios y potenciales delitos administrativos. Este trabajo lo ha llevado a ser víctima de agresiones previas y no ha cesado en su empeño por buscar justicia y transparencia en la gestión pública. Con cada nueva denuncia, el periodista genera un eco que puede alterar el status quo, lo que, a su vez, incrementa el riesgo que enfrenta en su día a día como reportero. La fiscalía debe considerar estas circunstancias al momento de investigar este ataque.
El ataque a Matías Rojas no solo ha sido condenando por colegas periodistas, sino también por figuras políticas y organizaciones que defienden los derechos humanos y la libertad de expresión. El Colegio de Periodistas de Maule Norte ha exigido protección para Rojas, describiendo el ataque como un acto de violencia que busca intimidar a quienes se dedican a informar sobre irregularidades. El diputado Roberto Celedón también se pronunció fuertemente contra el atentado, catalogándolo como un ataque a la democracia y instando a las autoridades a asegurar la protección de quienes defienden los derechos ambientales y la transparencia en la administración pública.
Organizaciones como Escazú Ahora han registrado el ataque a Rojas como parte de una alarmante tendencia de represión contra defensores ambientales en Chile. En este contexto, su caso se suma a la lista de agresiones documentadas que buscan frenar la lucha por la justicia ambiental. Rojas, además, había testificado recientemente ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, instando a una mayor protección legal para defensores del medio ambiente. A pesar de los intentos anteriores por archivar su caso de agresión, la insistencia de Rojas y su equipo legal ha logrado reactivar la investigación, lo que subraya la resiliencia de los periodistas que continúan luchando por sus principios en un entorno cada vez más hostil.