Pamela Venegas fue removida este jueves de su cargo como jefa del Departamento Estadio Seguro, después de los trágicos incidentes que ocurrieron frente al Estadio Monumental, donde fallecieron dos jóvenes hinchas de Colo Colo antes del esperado encuentro contra Fortaleza por la Copa Libertadores. Su salida se produce en medio de un clamor generalizado por parte de la opinión pública y las autoridades, quienes han exigido una mayor responsabilidad en la gestión de la seguridad en los recintos deportivos, especialmente tras hechos tan violentos.
La designación de Venegas en 2022 había generado críticas desde el principio, debido a su falta de formación en temas de seguridad pública. A pesar de ello, logró mantener su puesto con el respaldo del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y de su entonces jefe de gabinete, Gabriel de la Fuente. Un informe del medio The Clinic evidenció cómo Venegas había sobrellevado su cargo a pesar de episodios complejos, como los enfrentamientos durante la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato, así como el clásico universitario celebrado en Concepción, lo que prueba su habilidad para navegar en un entorno tan hostil.
A pesar de los antecedentes preocupantes, Venegas mantuvo su cercanía con figuras influyentes del fútbol, como el presidente de la ANFP, Pablo Milad, a quien llamaba cariñosamente “Pamelita”. Sin embargo, la situación se tornó insostenible tras la tragedia en el Monumental, lo cual llevó al nuevo ministro de Seguridad, Luis Cordero, a solicitar su desvinculación. En declaraciones públicas, Cordero afirmó que «esas personas autocalificadas como hinchas del fútbol, en verdad son organizaciones criminales», subrayando la necesidad de un enfoque más contundente en la lucha contra la violencia en el fútbol.
El vínculo de Pamela Venegas con el fútbol se remonta a años atrás, cuando entre 1999 y 2005 fue una figura activa dentro de la barra «Los Ceatoleí» de Universidad Católica. Durante ese tiempo, tuvo estrecha relación con “Los Disidentes”, una de las facciones más poderosas de la barra brava cruzada, donde se destacó por organizar viajes, liderar cánticos y coordinar actividades en distintas regiones del país. No obstante, su cercanía con el mundo barrista generó controversia cuando asumió como jefa de prensa del club, desatando tensiones por las posibles implicaciones de sus conexiones pasadas.
A pesar de las promesas del Gobierno de reemplazar el programa Estadio Seguro por una política de «barrismo social», la implementación ha sido limitada, careciendo de recursos adecuados y de un poder real de ejecución. La situación actual pone de manifiesto la urgencia de rediseñar las estrategias para abordar la violencia en el deporte, pues el caso de Venegas refleja las complejidades y desafíos que enfrenta la administración pública en la búsqueda de un ambiente seguro en los recintos deportivos.