Durante el sábado pasado, la reconocida periodista de investigación Laura Landaeta utilizó sus redes sociales para denunciar una decisión controvertida tomada por la administración del alcalde Sebastián Sichel. Según Landaeta, la histórica pérgola de Plaza Ñuñoa, un lugar emblemático que ha servido como punto de encuentro cultural y comunitario durante décadas, ha sido cerrada para dar paso a la construcción de una caseta de seguridad. A través de un post en X, Landaeta expresó su indignación: «El alcalde @sebastiansichel cerró la pérgola de la Plaza Ñuñoa para hacer una caseta de seguridad. Cada vez somos menos los ñuñoinos en la comuna, pero no podemos permitir tamaña aberración. Defendamos nuestra historia.»
La situación en la Plaza Ñuñoa ha generado diversas reacciones entre los habitantes de la comuna. Al visitar el lugar, se puede observar un cartel que confirma las palabras de Landaeta, indicando que se está construyendo un «nuevo espacio de seguridad para Ñuñoa». Este cierre de la pérgola ha llevado a muchos residentes a cuestionar las prioridades de la administración municipal y a temer por la preservación de un sitio que ha sido crucial para la identidad y la vida social de la comunidad ñuñoino.
El concejal Andrés Argandoña, quien estuvo involucrado en el proyecto de renovación de la pérgola bajo la administración de la exalcaldesa Emilia Ríos, también se pronunció sobre el tema. Argandoña subrayó que el proyecto original contemplaba no solo mejoras estéticas, sino también una vinculación con la seguridad pública, manteniendo siempre el carácter histórico y social del espacio. «No sé si la intervención en curso contará con la aprobación de la Junta de Vecinos. Lamentablemente, esta administración nos dificulta el acceso a la información y no estamos al tanto de los detalles de lo que se está llevando a cabo», comentó.
Mientras los ñuñoinos esperan una respuesta clara de la administración de Sebastián Sichel, la preocupación por la falta de comunicación se hace evidente. La comunidad ha estado siguiendo de cerca las obras y el futuro de la pérgola, un símbolo de su historia cultural. Argandoña enfatizó la importancia de mantener la esencia del lugar: «Es fundamental que en este tipo de intervenciones se respete el carácter histórico que todos los ñuñoinos conocemos y valorizamos». Sin embargo, la falta de transparencia en los procesos administrativos ha dejado a muchos residentes en la incertidumbre.
Hasta el momento, el equipo de comunicaciones del alcalde Sichel ha prometido ofrecer su versión sobre la controversia, pero no han proporcionado información antes del cierre de este artículo. La situación ha escalado en la atención pública, reflejando la lucha de una comunidad que quiere preservar su patrimonio mientras enfrenta decisiones que podrían cambiar para siempre el rostro de la Plaza Ñuñoa. La respuesta de la administración es esperada con expectación, ya que muchos habitantes se mantienen firmes en su defensa de la cultura y la identidad que la pérgola representa.