Las pericias al buque industrial Cobra, operado por la compañía Blumar, han entrado en una etapa decisiva en los astilleros de ASMAR en Talcahuano. Este proceso es fundamental para esclarecer las circunstancias que rodearon el hundimiento de la lancha La Bruma, que dejó a siete pescadores desaparecidos el 30 de marzo. Equipos de peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) y fiscales del Ministerio Público, junto con expertos contratados por las familias de los desaparecidos, llevan a cabo una exhaustiva inspección del buque, enfocados en identificar daños y evidencias biológicas que puedan arrojar luz sobre esta trágica situación.
El fiscal de Coronel, Hugo Cuevas, está investigando un posible cuasidelito de homicidio, mientras que las familias de las víctimas, a través de su abogado Rafael Poblete, han presentado una querella por homicidio con dolo eventual. Esta disputa legal se ha intensificado, especialmente después de que surgieron dificultades para que peritos independientes accedieran al lugar de la investigación, acusando a la empresa de obstáculos administrativos. Sin embargo, los problemas se han solucionado y ahora se prosigue con las pesquisas en el Cobra.
Recientemente, un informe de ADN Radio ha revelado que el presunto ‘pacto de silencio’ entre los 17 tripulantes del buque podría haberse roto, tras la confesión de uno de ellos sobre un choque durante la madrugada del accidente. Esta declaración sería un hecho clave, especialmente en el contexto de las acusaciones que las familias han hecho contra Blumar, señalando que la empresa presionó a la tripulación para ocultar la verdad sobre lo sucedido. Los deudos han expresado su preocupación por las reuniones que mantuvieron los tripulantes en las oficinas de la compañía, sugiriendo que estas podrían haber sido utilizadas para consolidar un pacto de silencio.
La fiscal especial a cargo del caso, Marcela Cartagena, ha sido cautelosa al comentar sobre la posible ruptura del acuerdo de silencio, destacando que las declaraciones obtenidas son parte de la reserva investigativa. Las pericias al buque Cobra continúan, a pesar de los retrasos provocados por el secado del casco, ya que algunos análisis necesitan luz natural y otros, en penumbra. Con el buque trasladado a ASMAR para facilitar el proceso, las investigaciones están centradas en determinar las causas del accidente y la posible responsabilidad de los tripulantes.
La confesión del tripulante que ha quebrantado el pacto podría tener implicaciones significativas para el futuro del caso, especialmente ante las negaciones por parte de la empresa Blumar. La Fiscalía no descarta volver a llamar a declarar a la tripulación, que anteriormente fue sometida a pruebas de alcohol y drogas en el contexto de la investigación. A medida que avanza la investigación, las familias de las víctimas esperan obtener respuestas y justicia por la pérdida de sus seres queridos en este trágico accidente marítimo.