La situación de la pesca artesanal en Chile ha alcanzado un punto crítico en las últimas semanas, desencadenando un sentimiento de urgencia entre pescadores y comunidades costeras. Las protestas contra el intervencionismo en el proyecto de Ley de Fraccionamiento, el avance lento de la nueva Ley de Pesca y la reciente tragedia en Coronel que dejó a siete pescadores desaparecidos han puesto en el centro del debate la vulnerabilidad del sector artesanal. Este estado de alerta fue destacado por Hugo Poblete, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales Bahía Narau, quien subrayó el impacto devastador que tiene la Ley Longueira, que facilita las operaciones de buques industriales en zonas designadas para la pesca artesanal.
En una entrevista reciente en el programa «La Voz de los Que Sobran», Poblete expuso los riesgos inherentes a la interacción entre las embarcaciones industriales y las lanchas de pesca artesanal, afirmando que «estos accidentes son recurrentes porque la ley lo permite». El dirigente ha responsabilizado al Estado por un abandono histórico de las comunidades costeras y ha calificado la legislación actual como una amenaza para la seguridad y supervivencia de los pescadores artesanales. La inercia legislativa y la falta de acciones concretas han generado un clima de tensión que amenaza la actividad pesquera y la subsistencia de miles de familias en la costa chilena.
Poblete no se detuvo ahí, y dirigió su crítica hacia la clase política chilena, denunciando una posible corrupción debido al financiamiento irregular de campañas por parte de la pesca industrial. Según sus declaraciones, tanto el Partido Socialista (PS) como la Unión Demócrata Independiente (UDI) han recibido fondos de la industria pesquera, lo que a su juicio altera la integridad del proceso legislativo. «Por eso legislan para sus verdaderos jefes», puntualizó, exigiendo así mayor transparencia en la gestión pública y un sistema político que responda realmente a las necesidades de las comunidades costeras, en lugar de a los intereses de unos pocos.
La voz de Poblete resuena con la frustración de un sector que se siente acorralado. Con sus palabras, demanda una reforma integral que no solo aborde la regulación del acceso a los recursos marinos, sino que también restituya el control del mar a las comunidades afectadas. El dirigente pesquero reclama que el monopolio ejercido por «las cuatro familias dueñas del mar de Chile» debe ser desmantelado, permitiendo así una distribución más equitativa y justa de los recursos, que han sido sobreexplotados por la industria durante décadas.
Las denuncias y demandas presentadas por Hugo Poblete en su intervención son solo un reflejo de la crisis que enfrenta la pesca artesanal en Chile. En un contexto donde la economía local depende fuertemente de la actividad pesquera, la falta de un marco regulador que proteja a los pequeños pescadores pone en riesgo no solo sus medios de vida, sino también la conservación del ecosistema marino. Las declaraciones completas de Poblete están disponibles en el programa «La Voz de los Que Sobran», donde se abordan más a fondo las preocupaciones y exigencias del sector artesanal, que clama por un cambio urgentemente necesario.