La denuncia penal presentada por Sernapesca contra Pesca Chile S.A. marca un hecho trascendental en la protección de la fauna marina en Chile. Según la información proporcionada, el buque arrastrero Antarctic Endeavour está acusado de capturar y causar la muerte a una ballena jorobada durante una faena de pesca de krill, un incidente que tuvo lugar cerca de las Islas Orcadas del Sur el pasado 25 de marzo. La directora nacional de Sernapesca, María Tapia Almonacid, formalizó la acusación, detallando que en el lance N°8 se encontró el cuerpo sin vida del cetáceo, quien presentaba notorias heridas. Este incidente no solo pone en tela de juicio las prácticas de la empresa, sino también la efectividad de las regulaciones que buscan proteger especies en peligro.
La querella fue respaldada por la presentación de fotografías que documentaban la captura accidental de la ballena, lo que ha llevado a las autoridades a actuar rápidamente. La acusación incluye al capitán del buque y a la empresa Pesca Chile S.A., quienes podrían enfrentarse a penas de prisión de entre 5 y 10 años bajo el artículo 135 bis de la Ley de Pesca. Además, se ha invocado la Ley 20.393, que establece la responsabilidad penal para las personas jurídicas. El juez Ricardo Herrera ha referido el caso al Ministerio Público para una investigación exhaustiva, lo que podría incluir la colaboración de la Brigada de Delitos Medioambientales (Bidema) de la Policía de Investigaciones (PDI).
La industria pesquera, y en particular la pesca de krill, ha sido objeto de críticas severas por organizaciones ambientales como el Centro de Conservación Cetácea y Ecoceanos. Estas entidades han señalado que la práctica de pescar krill, utilizado en suplementos nutracéuticos y como alimento para salmones, representa una amenaza significativa para las poblaciones de ballenas en la Patagonia y la Antártica. Exigen una revisión rigurosa de la certificación de «sustentabilidad» otorgada a Pesca Chile S.A. por el Marine Stewardship Council (MSC), poniendo en entredicho la veracidad de las medidas de preservación que asegura aplica la empresa.
Un estudio reciente realizado por el Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile ha puesto de manifiesto que Chile presenta la mayor tasa de mortalidad de ballenas a nivel global provocada por colisiones entre embarcaciones. Desde 2013, se ha constatado que el 28% de los varamientos en el país, un total de 226 casos en 52 años, se asocia directamente con la actividad de la industria pesquera y salmonera. Las ballenas jorobadas y fin son las más afectadas, según explicó el investigador principal, el Dr. Frederick Toro, quien subrayó que el incremento del tráfico marítimo industrial está convirtiendo nuestros océanos en zonas de alto riesgo para estas especies.
A pesar de estas alarmantes cifras, el estudio concluye que un 62% de los casos de varamientos no tienen un diagnóstico claro, lo que plantea serias interrogantes sobre la respuesta ante estas tragedias ambientales. El Dr. Luis Bedriñana, también parte del equipo de IDEAL, ha llamado a una urgente revisión de las normativas, sugiriendo medidas como la reducción de las velocidades de navegación y la redefinición de las rutas comerciales, especialmente en áreas críticas como el Estrecho de Magallanes. La falta de acción efectiva ante esta crisis ecológica no solo afecta a las ballenas, sino que también refleja una preocupante desatención hacia la conservación del patrimonio marítimo del país.