Tras el reciente discurso del Presidente Gabriel Boric, el análisis de la directora social nacional del Hogar de Cristo, Liliana Cortés, ha generado un fuerte debate sobre la escasa atención hacia la pobreza en el ámbito político. En su carta, Cortés destaca que, en un discurso de más de 16 mil palabras, la palabra «pobreza» fue mencionada solo una vez. Esta cifra revela no sólo una omisión significativa, sino también un desinterés alarmante sobre un tema que afecta a miles de chilenos, especialmente en un momento en que las necesidades sociales son más urgentes que nunca.
El Censo 2024 identificó a 21.750 personas en situación de calle, según el Hogar de Cristo, aunque se estima que la cifra real es mucho mayor. A esta alarmante estadística se suma la ausencia de mención a los campamentos, que siguen aumentando en el país, con 1.428 asentamientos informales y 120.584 familias viviendo en condiciones precarias. La falta de reconocimiento a estas situaciones por parte del gobierno refuerza la crítica sobre la desconexión entre el discurso político y la realidad que viven miles de ciudadanos en Chile.
Cortés subraya que la seguridad ciudadana y la inversión extranjera han dominado el discurso presidencial, mientras que la pobreza y las condiciones de vida de los más vulnerables parecieran quedar relegados a un segundo plano. Este enfoque, si bien es importante, evidencia una tendencia peligrosa en la política chilena: el descuido deliberado de las problemáticas sociales en pro de otros intereses económicos. La omisión de estos temas cruciales es interpretada no como un mero accidente, sino como un patrón sistemático en la elaboración de políticas públicas.
La ausencia de discurso sobre la pobreza y los asentamientos informales plantea serias dudas sobre los planes futuros de los candidatos presidenciales que comienzan a asomar en el horizonte electoral. Si el mismo libreto se repite en las próximas campañas, con una minimización de las problemáticas sociales, la incertidumbre sobre el futuro de las políticas sociales se profundizará. Ignacio Saffirio de TECHO-Chile enfatiza que «lo que se omite es tan importante como lo que se dice», lo que pone en relieve la responsabilidad de los futuros líderes para abordar estas preocupaciones con seriedad.
En este contexto, diversas organizaciones sociales, entre ellas el Hogar de Cristo, están instando a los candidatos a plantear soluciones concretas para la reducción de la pobreza. La pregunta que resuena es clara: «¿Cómo piensa reducir la pobreza?» Este llamado a la acción no solo busca la atención de la clase política, sino también la movilización de la sociedad civil en la búsqueda de respuestas efectivas a las necesidades de las comunidades más afectadas. La expectativa por un cambio real es alta, y la omisión de los problemas históricos que afectan a los más vulnerables no puede continuar en la agenda pública.