El presidente Gabriel Boric endureció su postura contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, calificando el reciente fallo del Tribunal Supremo de Justicia que ratifica la victoria de Maduro en las elecciones del 28 de julio como la «consolidación del fraude». Boric afirmó que la dictadura venezolana no representa a la izquierda y criticó la represión sistemática contra los opositores. Además, reiteró que Chile no reconocerá el supuesto triunfo electoral y se sumó a las voces internacionales que exigen una revisión imparcial de los resultados.
El mandatario chileno subrayó que la izquierda debe ser profundamente democrática y respetuosa de los derechos humanos, distanciándose así de regímenes autoritarios como el de Maduro. En sus declaraciones, Boric dejó claro que la legitimidad no puede ser construida a base de fraude electoral y represión, destacando la importancia de un progresismo que mejore las condiciones de vida de las personas a través del respeto y la construcción de comunidad.
Por su parte, el canciller chileno Alberto van Klaveren respaldó las declaraciones de Boric, señalando que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia no fue una sorpresa, dado el carácter autoritario del régimen venezolano. La postura del gobierno chileno fue clara: no reconocer el resultado anunciado por el Consejo Nacional Electoral y apoyar el llamado internacional para la publicación de todas las actas y una verificación independiente de los comicios.