La reciente incorporación de Sebastián Zamora al equipo de la diputada del Partido Republicano, Chiara Barchiesi, ha sido objeto de intensos debates en redes sociales tras su anuncio en X. La diputada expresó su entusiasmo en un tweet donde destacó la reintegración de Zamora para continuar con su labor en el Congreso Nacional, especialmente en favor de la región de Valparaíso. Sin embargo, esta noticia ha generado una ola de reacciones, donde muchos usuarios han cuestionado la decisión e instado a un análisis más profundo sobre las implicaciones de traer a un exmiembro de Carabineros, involucrado en un caso que marcó la memoria de un país en crisis.
Zamora fue absuelto de los cargos de homicidio frustrado en julio de 2023, tras el incidente del año 2020 donde un joven de 16 años cayó al río Mapocho durante una acción policial. Este caso, que sacudió a la sociedad chilena, tuvo un impacto significativo en la discusión pública sobre el uso de la fuerza por parte de Carabineros durante las manifestaciones del estallido social. Las imágenes del joven siendo empujado desde el puente Pío Nono permanecen grabadas en la memoria colectiva, lo que añade una capa de complejidad a su regreso a la política.
La decisión de Barchiesi de incorporar a Zamora también plantea serias preguntas sobre la relación entre las fuerzas del orden y la política en Chile. A medida que el país intenta sanar y lidiar con las heridas abiertas por las protestas masivas de 2019 y sus consecuencias, la figura de Zamora puede ser vista como un símbolo del conflicto persistente entre los derechos humanos y la autoridad. La advertencia sobre la necesidad de reflexionar acerca de estos vínculos resuena especialmente entre los sectores que han luchado por justicia y cambios profundos en las instituciones.
Desde diversas organizaciones de derechos humanos se ha manifestado preocupación ante la incorporación de Sebastián Zamora al partido. Activistas y defensores de los derechos humanos califican esta acción como una «provocación», ya que el pasado de Zamora está marcado por un episodio que simboliza las falencias en el manejo de la protesta social por parte de las autoridades. Este tipo de decisiones, argumentan, puede obstaculizar los progresos en la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas de la violencia policial.
En medio de este contexto, el Partido Republicano, con su decisión de incluir a Zamora, parece buscar capitalizar en la polarización del discurso político actual. A medida que la política chilena navega por un terreno divisivo, la bienvenida hecha por la diputada Barchiesi a su nuevo colaborador puede ser interpretada por algunos como un intento de consolidar una base de apoyo entre los sectores más conservadores. Sin embargo, las críticas no cesan, y el futuro de esta colaboración política será vigilado de cerca por la opinión pública.