Emprendimiento Femenino: Motor de Cambio en Chile

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El Día Internacional de la Mujer nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los logros y los retos relacionados con la igualdad de género en distintas áreas. En Chile, el panorama del emprendimiento femenino es uno de los sectores donde las mujeres han demostrado su valía y capacidades profesionales, desempeñándose como pilares fundamentales en el desarrollo económico y social del país. La presencia de mujeres en el ámbito emprendedor no es solo una tendencia pasajera, sino un fenómeno que está transformando realidades y desafiando las restricciones impuestas por un sistema tradicionalmente patriarcal.

De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2022, Chile se posiciona como un líder regional en emprendimiento femenino, ocupando el cuarto lugar a nivel global con un 25,2% de mujeres emprendedoras. Este alto porcentaje no solo refleja la determinación de las mujeres chilenas para cimentar sus propios caminos en los negocios, sino que también destaca a Latinoamérica como la región en el mundo con la mayor proporción de mujeres emprendedoras. Togo, Colombia y Guatemala son los únicos países que superan a Chile en este aspecto, lo que pone de manifiesto el potencial que tiene nuestro país en este ámbito.

A pesar de los alentadores números que indican que aproximadamente uno de cada tres emprendimientos en Chile tiene liderazgo femenino, la realidad de muchas mujeres emprendedoras es compleja. Según datos de Mujeres Empresarias, cerca de 800 mil mujeres han iniciado sus propios negocios, muchas de ellas por necesidad más que por elección. Esta situación es particularmente evidente en los sectores de ingresos más bajos, donde el emprendimiento a menudo surge como una forma de subsistencia en lugar de una búsqueda de oportunidades. La necesidad impulsa a muchas a iniciar negocios, pero esta no es la única razón que las motivate.

El GEM también revela que un 18,45% de las mujeres chilenas entre 18 y 64 años se considera emprendedora, aunque el camino hacia el éxito no es sencillo. Solo el 3,92% de estas mujeres logra establecer sus negocios como empresas consolidadas, mientras que el 14,53% permanece en etapas iniciales de desarrollo. Este fenómeno demuestra la urgente necesidad de garantizar que las mujeres emprendedoras tengan las herramientas y el soporte necesario para escalar sus proyectos y avanzar más allá de la mera subsistencia.

La financiación se erige como uno de los mayores obstáculos que enfrentan las mujeres al intentar formalizar y expandir sus emprendimientos. Un estudio realizado por Startup Chile y el Female Founder Factor indica que un abrumador 77% de las emprendedoras utiliza sus ahorros personales para iniciar sus proyectos, mientras que solo el 14% tiene acceso a programas públicos o privados de apoyo financiero. Sin embargo, el impacto positivo del emprendimiento femenino es notable; investigaciones del Boston Consulting Group han demostrado que las empresas dirigidas por mujeres tienden a mostrar mejores resultados económicos que sus contrapartes masculinas. Por ello, es fundamental que se tomen medidas para empoderar a las mujeres emprendedoras y convertir sus iniciativas en motores de transformación social y económica en Chile.

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