En un contexto marcado por la crisis hídrica que vive Chile, Dr. Juan Pablo Fuentes Silva, docente del departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Santo Tomás en Puerto Montt, expone la urgente necesidad de abordar la escasez y la contaminación del agua a través de soluciones innovadoras. A medida que la prolongada sequía afecta diversas regiones del país, los desafíos se agudizan no solo por el escaso suministro, sino también por la creciente contaminación de cuerpos de agua vitales como ríos y lagos. En este escenario, resulta imperativo implementar medidas efectivas para gestionar y purificar este recurso esencial, en especial en un país donde el agua es un bien cada vez más escaso y preciado.
Uno de los problemas más críticos a enfrentar son los contaminantes emergentes (CECs), compuestos que han emergido en las últimas décadas, incluyendo microplásticos, residuos farmacéuticos, pesticidas y hormonas. A pesar de encontrarse en bajas concentraciones, estos contaminantes son persistentes y pueden tener efectos perjudiciales tanto para la salud humana como para los ecosistemas. La identificación y eliminación de estos compuestos se ha convertido en una prioridad para los investigadores y las autoridades ambientales, quienes buscan métodos eficaces que permitan su tratamiento en las plantas de purificación del agua.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales tradicionales, que incluyen diversas etapas de purificación, no logran eliminar completamente los CECs, dejando una parte de estos compuestos en el agua tratada que finalmente regresa a los ecosistemas acuáticos. Esto subraya la necesidad urgente de adoptar tecnologías más avanzadas que puedan descomponer eficazmente estos contaminantes. Entre las opciones emergentes que se están considerando destacan los procesos de oxidación avanzada (POA), que han demostrado ser una solución prometedora para abordar este desafío de manera efectiva.
Los POA, que generan radicales hidroxilo (•OH), son altamente reactivos y se han mostrado capaces de descomponer contaminantes resistentes a los métodos convencionales. Tecnologías como la ozonización, el proceso de Fenton, la fotocatálisis y la oxidación electroquímica son algunas de las que han arrojado resultados positivos en la eliminación total de CECs. Sin embargo, la implementación de estos procesos a gran escala aún enfrenta barreras significativas, incluyendo altos costos de energía, la estabilidad de reactivos y la necesidad de optimizar catalizadores.
Para hacer frente a estas limitaciones, la integración de los POA con fuentes de energía renovables y el desarrollo de sistemas híbridos se perfilan como estrategias clave para mejorar su viabilidad económica y técnica. La crisis del agua no solo plantea riesgos, sino que también ofrece una oportunidad para reconsiderar las políticas y prácticas relacionadas con el manejo del agua. La colaboración entre el sector público, la academia y la industria es esencial para fomentar un enfoque innovador, que asegure el suministro sostenible de este recurso vital para las generaciones futuras.